jueves, 28 de abril de 2011

EL NACIMIENTO DE LÚA

Bueno, antes de que pase más tiempo os dejo la crónica de mi parto. Desde el día que supe que estaba embarazada, le escribo cada día a Lúa en un libro y, por supuesto, también le cuento el día de su nacimiento.

Ahora que duermes tranquila, voy a contarte como fue tu llegada al mundo, el día más feliz de nuestras vidas.
El viernes 1 de abril me levanté temprano para acompañar a tu papá al médico y ya me noté rara.
A partir del medio día, empecé a sentir dolorcillos, ¿serían eso contracciones?
Justo ese día tenía cita con la matrona. Los dolores continuaban pero eran muy irregulares y de poquita intensidad. La matrona me dijo que pensaba que de ese fin de semana no pasaba y así fue...
Nos fuimos a comer a casa y las contracciones ya empezaron a ser más fuertes. No tenía dudas, mi pequeña Lúa quería venir al mundo.
Pudimos relajarnos y dormir una pequeña siesta, necesitabamos acumular fuerzas para la larga noche que aún no sabíamos que nos esperaba.
Después de preparar mis cosas para el hospital, ducharnos y dejar la casa preparada para tu llegada, decidimos irnos a casa de los abuelos a esperar allí, ya que así estabamos más cerca del hospital.
A las 22h las contracciones ya eran regulares cada 5 min y de bastante más intensidad que las que había sentido a lo largo del día. Decidimos que era el momento de ir al hospital ¡Que nervios, Lúa!
Pasé a que me valoraran. Lo más importante es que tú estabas muy bien. Yo tenía ya el cuello totalmente borrado y 1 cm de dilatación. Todo estaba en marcha, así que decidieron dejarnos ingresadas.
En la habitación se quedaron tu abuela Loli y el papi. Las contracciones eran ya bastante fuertes pero totalmente soportables pero para hacerlas más llevaderas tu papá y yo estuvimos andando por los pasillos. Venían cada 3 min y al sentirlas tenía la necesidad de colgarme del cuello de tu papi y hundir mi cabeza en su pecho. Él me ayudaba a respirar y me acariciaba y así el dolor pasaba y de nuevo volvíamos a pasear.
Sobre las 3 de la mañana me bajaron a paritorios para comprobar como iba avanzando todo. Para mi desilusión, estaba practicamente igual, solo 1,5 cm de dilatación. Me ofrecieron un poco de sedación para poder descansar pero la rechacé. En la medida en que pudiese aguantar quería vivir todo el proceso de tu nacimiento, así que otra vez me subieron a planta.
Continuamos caminando por los pasillos con contracciones cada 3 min y de 1,30 min de duración. A las 5 de la mañana ya no tenía tregua y el dolor era casi constante, así que pedí que me bajaran de nuevo pero la cosa no había avanzado NADA!! Controlaron tu bienestar y como tú seguías en la gloria, de nuevo me mandaron a la habitación. Desesperada me metí en la cama hecha un ovillo y como pude estuve durmiendo a ratos hasta las 9 de la mañana ya del sábado 2 de abril. Los dolores eran ya tan fuertes que lloraba abrazada a tu papá.
Sobre las 11 de la mañana ya había dilatado 3,5 cms así que ya nos quedamos en paritorios.
Mientras tu papá se preparaba para poder estar con nosotras, me instalaron y vinieron a presentarse todas las comadronas que iban a asistirme.
Me conectaron a los monitores que controlaban nuestras constantes vitales y rompieron la bolsa que había sido tu casita durante 9 meses.
¡Ya estaba todo preparado!
Después de mucho dudar, en el último momento decidí ponerme la epidural para poder estar más relajada y con más fuerzas en el momento de empujar. Me pincharon de maravilla, dejé de sentir dolor pero podía mover las piernas y notar la llegada de las contracciones.
Tu papá se sentó a mi lado cogiendome la mano y acariciandome, transmitiendome mucha tranquilidad.
Comencé a empujar, había que empezar a hacerte bajar. Me puse sobre mi lado derecho y empujé con cada contracción hasta que estuviste bien colocada y preparada para salir. Me costó bastante porque con cada empujón bajabas pero al soltar volvías a subir, no tenías ninguna prisa
Papi pudo ver tu cabecita y entre lágrimas de emoción me dijo "Vamos, cariño, ya está ahí. Es rubia!!!"
Elia, la ginecóloga, me dijo que como era muy estrechita, tendrían que usar ventosa para ayudarte a nacer. En la siguiente contracción empujé con todas mis fuerzas pero la ventosa me hacía mucho daño así que no fue suficiente.
Me puse a llorar y a decir una y otra vez que no podía.
Segundo empujón. Con todas mis fuerzas, tu papi animándome, la ventosa, los brazos de la matrona sobre mi barriga y un corte certero en el momento adecuado, tú, mi niña, llegaste al mundo a las 17.14h.
Te pusieron en mi pecho, apenas lloraste, tranquilita sobre mi y con los ojos bien abiertos mirando a tus papis que estaban emocionados por tener la niña más preciosa entre sus brazos.
Tengo grabado en la memoria tu olor único, el tacto de tus manitas arrugadas y el calor y la vida que tu cuerpo desprendía nada más nacer.
Lúa, el 2 de abril de 2011 fue el día más importante de la vida de ambas y el primero del resto de mi vida, de mi vida de madre, de TU MADRE!!
Bienvenida al mundo, pequeña Lúa.

martes, 5 de abril de 2011

OS PRESENTO A LÚA



Familia blogger, aquí teneis a la pequeña de la casa. Todo ha ido muy bien y estoy encantada, es una niña preciosa y muy buena. Ya os contaré más detalles...
Gracias por estar siempre tan pendientes y ser tan cariñosos!!!