Son animales inteligentes, fieles y nobles como ninguno, en ocasiones, más válidos que muchas personas.
Para mi los perros son un miembro más de la familia y los que tengais o hayais tenido seguro que me entendeis y opinais lo mismo. No concibo una casa sin ellos, no quiero una vida sin perro y en el crecimiento de un niño me parece fundamental puesto que aprenden valores y responsabilidades.
Mi primera mascota estaba en casa incluso antes que yo. Era un pastor alemán llamado Hobo que me adoraba. Tanto así que no se separaba de mi, hasta el punto que no dejaba que nadie ajeno a la familia se acercara a mi carrito. Mi primera palabra, para fastidio de mis padres no fue ni "mamá" ni "papá"; mi primera palabra fue "Hobo".
Y ahí empezó mi amor por los perros jeje.
Luego vinieron Gunter y Kimbo, dos schanauzer gigantes preciosos de excelente pedigree de la linea Pichera. El primero llegó en un mal momento pues mi padre tuvo que estar en cama unos meses y no podíamos hacernos cargo de él así que al poquito tiempo de tenerlo conseguimos un nuevo dueño para él con el consiguiente disgusto...
De Gunter supimos luego que fue campeón de Europa y es que ya a los 3 meses apuntaba maneras.
En cuanto mi padre estuvo recuperado fuimos a por Kimbo y yo de nuevo feliz.
Era un perro buenísimo pero enorme y bruto como él solo. No me acuerdo ni las veces que me tiró al suelo...jeje
Luego tuvimos un perro más acorde con nuestra vivienda, un yorkshire terrier, Spook.
Spook o Puki, como solíamos llamarlo, llegó a mi casa cuando apenas ocupaba la palma de mi mano y nos regaló los 13 años de su vida. Tenía un caracter muy especial, más acorde a un Pit Bull que a un enano de kilo y medio.
Tras su muerte, yo no quería ningún perro más, la verdad es que lo pasé muy mal y pensaba que remplazar a mi chiquitillo era traicionarlo. Con el paso del tiempo, este pensamiento cambió y me moría por otro perro.
Hacía muchos años que era madrina de varios perros de un refugio de Valencia y uno de mis sueños era ayudar a uno de estos animalitos necesitados. Siempre habíamos tenido perros de raza y pedigree y parecía que mis padres eran un poco reticentes a la idea de meter un animal del que no sabes nada y que problemas puede tener.
Tras la detección de lo mío, decidí que era el momento, que necesitaba un perro y que ese perro me necesitaría a mi.
Acudí a la Protectora de Valencia y se me rompió el alma...
Cientos de perros ladrando y reclamando una oportunidad, ¿como podía elegir? ¿como podía dejar allí al resto?
Pero mi perro me eligió... Era el único que no ladraba, estaba sentadito mirandome con sus ojos azules tras una reja. Lo acaricié y se deshizo en mimos. Le puse una correa y lo pasee por las afueras y desde ese momento supe que jamás regresaría a esa jaula.
En septiembre hará 1 año que Trapo(así le llamamos) ha entrado a formar parte de nuestra familia.
Mi experiencia con los perros es amplia pero puedo decir que es el perro más bueno, cariñoso e inteligente que podría tener. Pienso en no tenerlo o haber escogido a otro y se me hace un nudo en la garganta.

Estamos tan contentos con él, que más adelante aumentaremos la familia con un galgo de la asociación S.O.S. GALGOS.
Desde aquí me gustaría animar a adoptar a las personas que estén pensando en adquirir un perro. Que sí, que un perro de raza es muy bonito y muy "in" pero os puedo asegurar que yo no cambio a mi flaquito por ninguno.
Son miles de perros los que malviven en jaulas, dadles una oportunidad, el que adopta repite y nunca más se plantea en comprar un perro.